<<Alguien que no viera el partido y se fije solo en el resultado podría decir: “Otra derrota abultada de Independiente, ¡qué novedad!”. Pero eso es lo que tiene el fútbol, que hay que verlo para interpretarlo>>
Que la Burdeos está teniendo un primer tramo de temporada complicado no le es ajeno a nadie. Tras empatar con el ahora tercer clasificado, el Mar Abierto, en el debut, Independiente ha cosechado ni más ni menos que seis derrotas y tan solo una victoria.
En ese trayecto ha habido de todo: goleadas contundentes y merecidas, puntos que se escaparon por poco, inconvenientes y mala fortuna de todos los colores, tocadas de fondo y evolución, también ha habido evolución.
Porque el 5-0 encajado el domingo habla poco de juego y mucho de dinámicas, poco de justicia y más de resultados engañosos. Habla, en definitiva, de lo que puede llegar a ser el fútbol, un deporte en el que no siempre los méritos se traducen en puntos ni se reflejan en el acta de un partido.
Y es que la primera parte realizada por el conjunto de Carlos Castellanos fue, sin ninguna duda, la mejor de la temporada. Ante un conjunto de la parte alta de la tabla, los visitantes, que estrenaban su segunda equipación, salieron decididos a imponer su ritmo y a presionar la salida de Racing de Moratalaz.
A pesar de ello, y nada más comenzar el choque, un mal rechace en la frontal del área se tradujo en un disparo lejano que el delantero rival desvió con la espuela, provocando una parábola que, superando a Daniel Padilla por alto, se coló por la escuadra. Uno de esos goles que no se suelen repetir, pero que el destino parece empeñado en que veamos en contra semana sí, semana también. Dinámicas…
No se vino abajo la Burdeos y, gracias a una buena colocación sobre el verde, consiguió que la mayoría de los primeros 45 minutos transcurrieran en campo rival. Las ocasiones visitantes se sucedían: Dyermeson, Isma, Carlos Intriago en una presión al portero que salió rozando el poste, Ángel tras una contra perfecta… pero la pelota no quiso entrar.
La segunda mitad comenzó con una gran ocasión de Carlos tras pase de Ángel, pero nuevamente Independiente perdonó el empate. Algo que no harían los locales en una primera ocasión tras una buena contra en el minuto 50 y en otra segunda tras un error defensivo en el 72.
El 3-0, si bien no hacía justicia a lo que se estaba viendo sobre el césped del Polideportivo Palomeras, caía como una losa sobre los visitantes que, a pesar de todo, siguieron con una buena predisposición en el campo y tuvieron ocasiones de recortar distancias, especialmente con un disparo desviado de Asier y un remate de Isma a la salida de un córner, pero no pudieron concretarlas.
Ya con el partido agonizando, y aprovechando que la Burdeos estaba con 10 hombres sobre el terreno de juego al estar Alberto siendo atendido de un balonazo en la cara, Racing puso el 4-0 en el 88, que terminaría de redondear con el quinto tras convertir un penalti -otra jornada más- por unas dudosas manos en el área visitante en el descuento.
Difícil de explicar, duro de contar. La mejor primera parte de la temporada y un más que correcto segundo tiempo se difuminan en el acta ante la contundencia de los números.
No queda otra que seguir evolucionando, coger las muy buenas cosas que se vieron el domingo, construir sobre ellas y pelear por cambiar la dinámica. Un equipo como el del domingo, que lo intenta, que propone, que manda y que sigue un plan de juego es un equipo vivo, y este Independiente está empezando a serlo.
El siguiente duelo, en el que la Burdeos tratará de cambiar la dinámica, será dentro de dos semanas, tras el parón por el puente, el próximo domingo 14 de diciembre a las 15:00 en el Wilfred Agbonavare frente a A.D.C. San Fermín “B”, un rival al que se superaría en la tabla en caso de victoria.
La Burdeos formó con Dani Padilla, Chusé (Imer, min. 82), Carlos Madrid, Navas, Alberto, Diego Pereira (Abdoulaye, min. 46), Ángel, Asier, Dyermeson (Jeremy, min.73), Isma y Carlos Intriago (Javi Moz, portero, permaneció en el banquillo).