Primer partido de nuestro equipo masculino y para poner a prueba nuestra fidelidad nos citaron a las 9 de la mañana en un campo en donde ver el partido cuesta dinero si quieres hacerlo dentro del recinto.
Café para cafeteros.
El rival, la Fundación Rayo Vallecano, un combinado de Jugadores Internacionales menores de veinte años a los que ya su planta de futbolistas asustaba a los allí presentes.
Por suerte el partido comenzó y los nuestros, lejos de arrugarse, comenzaron dominando el encuentro con una presión alta asfixiante, hinchándose a robar balones y generar ocasiones. De esta manera llegó el gol de Aitor, que marcaba en su debut con ‘La Burdeos’. Este chico nos va a dar muchas alegrías.
Por desgracia la alegría no nos duró demasiado, ya que pocos minutos después el lateral derecho rival se aprovechó de un mal despeje de los nuestros para meterse hasta la cocina tras una galopada fugaz y poner un pase de la muerte que el delantero rayista no desaprovechó. Empate a uno y el partido cambió por completo.
Las ocasiones acontecían en ambas áreas, pero los porteros demostraron estar a la altura de las circunstancias. El guardameta de la Fundación realizó una estirada de foto para evitar un gol de Diego tras un tiro desde fuera del área y poco después hizo una demostración de sus rápidos reflejos al pararle a Cal un remate buscando su contrapié. Por su parte Javi tuvo muchísimo trabajo tras las galopadas de los jugadores del Rayo Vallecano, que físicamente superaban una y otra vez a nuestra defensa y se plantaban delante de la portería de nuestro extraordinario cancerbero.
Un nuevo error de nuestra defensa en un despeje habilitó (según el criterio de la colegiada) a otro delantero de la Fundación, que tras un tiro cruzado conseguía batir a Javi. Dos a uno y tiempo de descanso.
La segunda parte comenzó de una manera muy parecida a la primera, con Independiente imponiendo su ritmo sobre el desgastado tapete de la Ciudad Deportiva Rayo Vallecano. De esta manera llegó una ocasión clara para Johel que, de nuevo, el meta rival se encargó de repeler. A partir de ahí, a los nuestros se les fue acabando la gasolina mientras que los jugadores rivales volaban sobre el terreno de juego. De esta manera llegaron los cuatro goles que endosaron a la escuadra de Edu y Carlos, balones en largo que nuestra defensa no podía detener y llegaba después de los delanteros portadores de la elástica rayista, que estuvieron finos a la hora de definir. Hasta el último minuto de partido la Fundación se encargó de castigar a Independiente con su exuberancia física, que terminó el partido con la dignidad de aquellos que nunca se rinden.
Vendrán domingos mejores, o por lo menos más sencillos.
¡Vamos, Burdeos!
C.D. Independiente de Vallecas 
1 comentario en “La ContraCrónica. Fundación Rayo Vallecano 6 – 1 Independiente de Vallecas (M)”