Hablar de justicia en el fútbol es un tanto osado, pues se trata de un concepto bastante subjetivo. Por suerte, hay muchas formas de entender el fútbol y todas ellas son respetables, siempre y cuando sean honradas.
Por ello sería un error quitarle mérito a la victoria de Cosmos Huracán en La Unión. Primero, porque los visitantes la obtuvieron de forma honrada y siendo un equipo muy serio. Y segundo, porque para Independiente podría suponer acabar cayendo en la excusa de la autocomplacencia.
Sí, es cierto que La Burdeos gozó de muchas oportunidades en la segunda parte para, al menos, llegar al empate. Pero no menos cierto es que el equipo regaló los primeros cuarenta y cinco minutos y Cosmos Huracán lo aprovechó con dos goles (uno de ellos un golazo de falta en la que poco pudo hacer el debutante Cañete).
Aunque gozó de alguna oportunidad aislada, el conjunto dirigido por Carlos Castellanos y Edu Arroyo no justificó su posición en la tabla durante la primera parte y lo pagó caro. En el fútbol (y más en categorías como esta) la calidad no siempre es suficiente.
Después de ese inicio desdibujado en el que los jugadores burdeos estuvieron irreconocibles, en la segunda mitad se pudo ver al equipo de las primeras cinco jornadas. Los ingresos del venezolano Gustavo Aponte, Hugo Córdoba (el capitán volvía después de cuatro partidos ausente por lesión) y Javo (ausente en el choque ante el Granate por problemas físicos) en la reanudación supusieron un gran empujón para Independiente, que pasó a dominar el partido de forma incontestable, con numerosas oportunidades.
La remontada parecía posible. Más si cabe a partir del gol de Carlos Sabroso, pasado el minuto setenta. El delantero definió muy bien tras un brillante pase de Hugo Córdoba. Minutos antes, el extremo Pedro López había enviado un balón al larguero. Y el propio Sabroso también se topó con la madera a falta de diez minutos para el final.
Javo pudo sellar el empate en un claro mano a mano que solventó con maestría el portero visitante (aplaudido por los jugadores burdeos al final del encuentro). Pero todavía hubo tiempo para otra ocasión. Un disparo de Aponte en el último minuto paralizó durante unos segundos a la hinchada local. El balón se fue rozando la portería. Estaba claro: no era el día de Independiente.
Pese al duro golpe, desde el pitido final quedó claro que Independiente es un Club diferente donde el resultado no lo es todo. La afición no paró de animar a unos jugadores muy cabizbajos. La arenga del cuerpo técnico y del capitán en el centro del campo tras la derrota resultó muy emotiva. Y no menos emotivo fue el cercano saludo con los hinchas.
Tras esta derrota, Independiente queda fuera de los puestos de ascenso. No obstante, el domingo (Cotorruelo, 18:45 hs) tendrá revancha, visitando nada más y nada menos que a Atlético Artilleros, el líder.
La Burdeos formó con: Cañete; Fer García, Javier Zapata, Alberto Jiménez, Isma Zapata; Zuzen, Ricard, Jorge Saguar, Dani Martínez, Pedro López; Carlos Sabroso.
Banquillo: David Espada, Hugo Córdoba (48′), Ricardo Blázquez (70′), Javo (52′), Gustavo Aponte (47′).
C.D. Independiente de Vallecas 